Aprender historia es acercarnos a los sucesos del pasado, conocer el desarrollo y acontecimientos importantes de nuestra comunidad, ciudad, estado, etc. De tener noción de hechos que ocurrieron hace tiempo para comprender nuestro presente y poder cambiar nuestro futuro. El método tradicional es en un alto porcentaje el que predomina en la enseñanza de la historia en cuanto a educación básica se refiere, el empleo de resúmenes, cuestionarios, memorización de fechas importantes y lectura de textos extensos y en muchas ocasiones tediosos, nos llevan y llevan a nuestros alumnos a la mecanización y memorización de sucesos, fechas y nombres de personajes, sin sentido alguno, o peor aun sin saber como utilizar esa información en su vida cotidiana.
Nuestras escuelas están dotadas de libros del rincón, biografías, audiocassete, y muchos otros materiales que pudieran servir para la enseñanza de la historia en nuestras aulas. Lo que realmente necesitamos en muchas ocasiones es contar con la disposición de crear un cambio en nuestras aulas, innovar, conocer, preparar mejor nuestras clases, contar con tiempo suficiente para realizar nuestras planeaciones y materiales didácticos necesarios, como apoyos a nuestra práctica docente.
El conocimiento histórico es la vida cotidiana del individuo es de suma importancia ya que por medio de la historia el podrá comprender sucesos ocurridos que repercuten en su vida, los avances y retrasos, la importancia que cada uno de ellos tuvo y sobre todo como participo mi comunidad, mi estado o mi país en estos evento, para así comprender el porqué de su realidad.
Una forma de hacer amena nuestra clase seria mejorando nuestra planeación, no dejar actividades inconclusas, hechar mano de todos los apoyos y recursos con que cuenta nuestra escuela para llevar estas actividades a cabo y sobre todo, documentarnos, para poder transmitir al alumno el interés por la investigación.
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